Culiacán, Sinaloa (www.queo.com.mx).- Se ha extendido la práctica de las artes marciales entre los niños, pues lejos de lo que anteriormente se creía, que predisponía y detonaba la agresividad en los menores, está comprobado que este tipo de disciplinas aumenta la autoestima y la asertividad, al mismo tiempo que disminuye las reacciones violentasen los que las practican.
Este tipo de disciplinas deportivas, además de ejercitar físicamente estabilizan emocionalmente, dado que se encuentran fundamentadas en filosofías humanistas milenarias, cuyo objetivo en común es la búsqueda del equilibrio del hombre como parte de su entorno.
Muchos estudios han demostrado los beneficios de la práctica de artes marciales especialmente en niños hiperactivos, con problemas de psicomotricidad o en niños y adolescentes procedentes de familias disfuncionales, que presentan problemas de conducta tanto leves como severos, siendo el judo de los más recomendados para estos casos.
Asimismo, las artes marciales en general se adaptan a cualquier temperamento y personalidad, no siendo una actividad exclusivamente para niños y adolescentes extrovertidos, como el caso del hockey o baloncesto, deportes de contacto en los que son deseables determinados temperamentos por la naturaleza de las competiciones.
Para practicar artes marciales se recomienda escoger un estilo que use elementos tradicionales, técnicas no violentas y un contacto físico controlado, tal como el karate, taekwondo, judo y aikido.
Es sabido que los jóvenes son agresivos por falta de autoestima, luego entonces, una persona con buena autoestima no tiene necesidad de ser agresiva. En este sentido la práctica sistemática de las artes marciales, contribuye decisivamente a aumentar la autoestima en niños y jóvenes, y en consecuencia, a desarrollar la asertividad y disminuir la agresividad. Por otra parte adquieren una mayor capacidad para defenderse, lo que se traduce en un comportamiento relajado y decidido.
En cualquier caso, la práctica de este tipo de disciplinas orientales puede no gustar a todos los niños, y por consiguiente, sería un grave error forzar a un niño a practicarlas sin su interés o aprobación, pues uno de los puntos más importantes que se deben observar para la elección de cualquier actividad deportiva, es disfrutar del desarrollo de la misma.
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